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jueves, 21 de junio de 2012

Mi limón, mi limonero...

Con el calorcito que hace estos días he recordado que tenía las fotos de unos cupcakes de limón que hice hace unos meses para una cena de amig@s. Y es que aunque fue en febrero, creo que es una receta bastante fresquita para este tiempo de calor que nos ha venido de golpe.
Hacía tiempo que quería hacerlos, pero no encontraba alguno de los ingredientes. Era el lemoncurd, una especie de crema-mermelada de limón, que por cierto está buenísima. Un día por casualidad buscando otro producto entre la zona de comida internacional de Carrefour vi el bote y allá que me lancé. He encontrado algunas recetas para hacerlo en casa, pero me daba un poco de pereza (mandra, como decimos en Cataluña).

La receta en concreto es la de mini cupcakes de cheesecake y limón del libro Cupcakes. Magdalenas creativas (Ed. Juventud), un autoregalo de las pasadas navidades.
Realmente está bastante bien, primero porque es unos de los pocos publicados en castellano. Además, tiene un montón de recetas diferentes, variadas y la mayoría sencillas de hacer.
Alguna con algún ingrediente un poquito más especial (como el tener violetas azucaradas) pero en general son los que se pueden tener por casa o al menos fáciles de encontrar incluso en el supermercado.


Pues resulta que tenía una de las cenitas con los compañeros de EGB, y es nos encanta reunirnos al menos un par de veces al año, aunque realmente se ha formado un grupo de "fieles" al que se va uniendo en cada cena alguna persona de los del resto de la clase. Que conste que son todos bienvenidos y que nos lo pasamos genial recordando viejos tiempos y riéndonos con los presentes). Ya habían visto en mi página personal de Facebook algunas fotos de mis experimentos en el mundo de los cupckaes y me habían insistido para que les llevara alguna vez (la verdad es que no les hacía falta, porque yo encantada).

En febrero hicimos una de estas reuniones y decidí utilizarles de conejillos de indias para probar los cupcakes de limón. La receta que seguí es la del libro, aunque en lugar de minis hice la versión normal de cupcakes.

Ingredientes:(para 12 cupcakes o 24 minicupcakes)
80gr de mantequilla
110gr de azúcar
1 huevo
135gr de harina
1 cucharadita de levadura
80 ml de leche
2 cucharadas de lemoncurd
1 cucharadita de ralladura de limón
Y yo además le añado 1 cucharadita de bicarbonato, que le da más esponjosidad.

Decoración:
Para los cupcakes normales doblé la cantidad que os pongo aquí.

75gr de queso fresco de untar
125gr de azúcar glass
1 cucharadita de ralladura de limón
Además, a la receta original le añadí unas gotas de esencia de limón para que le diera un poco más de sabor).


Primero se precalienta el horno a 160º y se preparan las cápsulas en una bandeja.
Se baten la mantequilla y el azúcar hasta que se obtiene una mezcla cremosa. Seguidamente se añade el huevo, sin dejar de batir.
Una vez está todo integrado se añade poco a poco la harina y la levadura (tamizadas) y la leche (alternando) y después el lemoncurd y la ralladura de limón. Se continua batiendo un par de minutos hasta que queda una mezcla homogénea.
Se rellenan las cápsula y se hornea 20 minutos, después se sacan del horno (primero comprueba con un palillo que estan bien hechos) y se dejan 5 minutos en la bandeja antes de pasarlos a enfirar en la rejilla.

Por otro lado se bate el queso con las varillas eléctricas y se añade poco a poco el azúcar glass, la ralladura y la esencia de limón. Se bate todo un poco más hasta que queda integrado.

Ya sólo queda la decoración. Con una boquilla lisa (tipo 1A), en este caso, se cubren los cupcakes, de fuera hacia dentro) y luego con la ayuda de una espátula o cucharilla se pone un poco de lemoncurd encima.
El resultado visto desde arriba es divertido, porque parecen huevos fritos.





Pero realmente están deliciosos y el puntito de sabor a limón que queda en la base es uhmmmmm. Además, como he comentado, aunque los hice en febrero, el sabor a limón y que el topping sea de queso en lugar de mantequilla le da también un toque más veraniego.
A mis amig@s les gustaron mucho, a pesar que uno de ellos se estrelló, literalmente, en la caja, durante el viaje de Sant Cebrià de Vallalta a Badalona (fue un huevo estrellado ;-) )


Bueno, hasta la próxima, que vendrá con aires de graduación!!!!

lunes, 4 de junio de 2012

De tres chocolates para mi cumpleaños y la lucha contra el destino

Y es que en ocasiones parece que los astros se alinean para conseguir algo, o en esta ocasión, para hacer que no consiga algo. Creo que nunca me había costado tanto poder hacer unos cupcakes como esta vez.
Parecía que se había puesto todo en mi contra.

Este sábado celebraba mi 37 cumpleaños y tenía invitados a cenar. Mi padre es pastelero jubilado y ya sabía que me haría un pastelito (una sara de almendras buenísima) pero me apetecía hacer unos cupcakes algo especiales. Cuando hace pocos días estuve mirando el nuevo magazine digital Sugartremens vi la recepta de unos cupcakes de chocolate fruta de la pasión de Patricia Arrizálbaga de Cakes Haute Couture. Me encantó!!!
Pues ya me veis a la búsqueda de fruta de la pasión (maracuyá). El sábado anterior se los encargué a mi frutero, pero el jueves me llamó para decirme que estaba el tema muy complicado porque sus proveedores de fruta tropical no se los aconsejaban porque estaban saliendo con la pulpa seca. ¿Y ahora qué hago? Me lancé a Google a ver qué podía conseguir y vi que en Carrefour venden unas bolsas de pulpa de maracuyá congelada. No sería lo mismo que el natural, pero al menos...inocente de mí. Resulta que me dirigí a unos de los centros donde en la página web ponía que disponían del producto y me recorrí todos los congeladores del centro sin poder encontrarlo. Ni siquiera el personal me supo decir si en algún momento lo habían tenido y ahora estaba agotado.

Así que me decidí pasar al plan B (siempre hay que tener uno, lo veo claro). Había comprado unas tabletas de chocolate blanco para fundir de Nestlé y en casa tenía chocolate con leche y fondant, así que decidí hacer la base de los cupcakes que la receta de Cakes Haute Couture (con chocolate y almendra molida) però luego hacer una decoración de tres chocolates.

Pero el destino estaba decidido a complicarme las cosas. El sábado mi marido hizo fiesta por la mañana y así pudimos organizarnos mejor para hacer la compra y luego recoger la casa (con dos niñas pequeñas imaginad como puede estar) y preparar las cosas de la cena. Había planeado comer pronto y ponerme a preparar los cupcakes mientras las niñas hacían la siesta. Pero no, tenía que pasar algo.

Hacia la una y media de la tarde empezamos a sentir sirenas pasar delante de casa, lo que en Sant Cebrià de Vallalta, un pueblo de menos de tres mil habitantes de la comarca del Maresme (Cataluña) es insólito. Pero la preocupación vino en seguida al ver que eran sirenas de coches de bomberos. Al salir a la puerta de casa se podía ver una enorme zona de humo a menos de un kilómetro. Es una zona básicamente rústica, que abarca una riera y en la que hay algunas masías, una hípica, y es el espacio preferido por la gente del pueblo para ir a caminar o en bici porque el entorno es precioso. También es una de las zonas de acceso a una de las urbanizaciones más grandes y además hay un núcleo que abarca unas 10-12 casa. El fuego se inició por un tonto accidente humano y el problema es que está todo el campo cubierto de una pelusa blanca que sueltan los chopos y que es enormemente inflamable. Esto, añadido a la cantidad de maleza, cañas y hierbas seca que hay,  provocó que se extendiera rápidamente.

Por suerte el dispositivo de bomberos y protección civil reaccionaron y trabajaron genial (hay que felicitarlos), pero estuvieron casi cinco horas  hasta que estuvo definitivamente extinguido.
Delante de casa "aparcó" uno de los helicópteros que trabajaron en el dispositivo. Por cierto, el dominio que tienen del mismo para poder recoger agua a las balsa es alucinante.

Bueno, pues todo esto hizo en vez de empezar a hacer los cupcakes a las dos de la tarde no pudiera ponerme hasta casi las cinco.

El día antes había dejado preparado el ganaché de chocolate blanco y el de chocolate con leche enfriando en la nevera. La base, como comentaba, es la de la receta de Patricia.


Ingredientes para la base
(para 12 cupcakes, y con esta sí que salen exactamente 12)
-100gr de mantequilla ablandada (con el calor que hacía estaba perfecta)
-100gr de azúcar
-2 huevos
-80gr de chocolate negro
-25gr de almendras en polvo
-100gr de harina
-1 cucharadita de levadura en polvo
-1cucharadita de bicarbonato sódico (esto es receta propia, pero me gusta ponerle siempre porque da más esponjosidad a la base del cupcake).

Ingredientes ganaché
De chocolate blanco: 400gr de chocolate blanco y 200ml de nata líquida (35% M.G:)
De chocolate con leche: 200gr de chocolate con leche y 250ml de nata líquida (35% M.G.)
Para el chocolate negro utilicé esta vez el icing de Betty Croker (lo encontré en Carrefour, en algunos está en la zona de ingredientes para postres en otros en la de productos de Sabores del Mundo)

Elaboración de la base:
Batir el azúcar con la mantequilla hasta que esté cremosa e ir añadiendo los huevos uno por uno hasta que queden bien incorporados. El chocolate, previamente derretido al baño maría o al microhondas, se va incorporando a la mezcla y seguidamente la almendra en polvo. Después en tres tandas incorporar la harina (con la levadura y el bicarbonato) mezclando con una marcha media-baja. Yo le puse también un chorrito de leche.
Después, llenar las cápsulas 3/4(o 2/3) y hornear a unos 175º durante 20 minutos.


Antes de sacar comprobar que están bien cocidas pinchando con un palillo. Mantener en la bandeja cinco minutos antes de pasarlas a la rejilla a enfriar.



Cuando ya estaban frías cubrir la superficie con el icing de Betty Crocker utilizando una espátula




Mientras se iba horneando la base aproveché para montar los ganachés.
Como hacía mucho calor, mientras iba cubriendo los cupcakes con el chocolate negro dejé los dos tipos de ganaché ya montados en la nevera, para que no perdieran cuerpo.
Tengo que decir que el de chocolate con leche me quedó montado más como un tipo mousse o trufa, con la nata bien montada, mientras que el de chocolate blanco me quedó más como una crema. Pero el sabor de uno y de otro era buenísimo.

Cuando ya tenía cubiertos todos los cupcakes con la capa de icing de chocolate negro procedí al resto de decoración. Aquí me surgió otro problemilla (ese destino!!!). Quería utilizar una boquilla de estrella o flor, y lo intenté con la 1F, la 1G y luego con mi infalible 1M. Pero no había manera. Supongo que al quedar con dos tipo de texturas diferentes los ganachés no había manera que quedara definida una forma. Era como si el chocolate con leche quisiera ir por un lado y el blanco por otro. Al final (ya sufriendo porque al final me iba a quedar sin ganaché de tantas pruebas) me decidí por una boquilla lisa, tipo 2A y el resultado no fue tan malo. Además según giraba la boquilla iba quedando en un lado el chocolate blanco o el de leche.




Y para acabar los decoré por encima, con la ayuda de mi marido porque ya se nos tiraba la hora de la cena encima, con bolitas croc de Vahinés de tres chocolates. El resultado: DELICIOUS!!!!!
A pesar de la haber cenando primero y del trocito de pastel de rigor, cayeron unos cuantos cupcakes por la noche con los invitados. Hoy les he traído a los compañeros de la oficina y están encantados (y yo que les encante!!). Espero que también os gusten a vosotros (al menos de vista ;-P )