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viernes, 6 de abril de 2012

Unos cupcakes con corazón

Y nunca mejor dicho, porque aunque esta entrada viene con mucho, mucho retraso, dicen que vale más tarde que nunca. Jessi, de Pa de Pas, me pidió que li hiciera unos cupcakes para San Valentín. Me hizo mucha ilusión el encargo, y al mismo tiempo un poco de miedo. ¿Tendría tiempo para hacerlo? Este año San Valentín ha caído un martes y aquí la presente trabaja, tiene dos niñas, y con la más pequeña de ellas vamos a piscina cada lunes. Quería hacerlos lo más tarde posible para que estuvieran bien tiernos. Jessi me dijo que no me preocupara, que prefería tenerlos para el lunes e ir vendiéndolos ya durante el día (no le di un besazo de milagro).
Y ahí me tenéis, con el siguiente dilema ¿de qué los hago? Ya le había llevado los red velvet en la anterior ocasión y quería presentar algo nuevo. Así, que me decidí por una base de chocolate y dos tipos de frosting: uno de chocolate (que considero que es la pasión en el mundo de la repostería) y otro de frambuesa, que con su sabor y color me recuerda al corazón. Pero tenían que ser unos cupcakes con corazón, en todos los sentidos.
Y mientras le explicaba a mi padre lo que haría, pastelero retirado, me dijo, ¿y si te hago unos corazones en chocolate? Se me encendió la luz. Tengo unos cortadores en forma de corazón que compré en Casa para Navidad y a él le regalé unos colorantes de chocolate que aún no había probado. Le propuse que los estrenase y realmente el resultado fue genial.
Aquí lo tenéis. Por un lado los de chocolate, que aromaticé con naranja (deliciosos!!!)


Y con los de frambuesa utilicé un truquillo que nos enseñó Maryquilla en el curso que hice con ella.






Con un pincel untado en colorante hice unas ralla en la manga y luego puse el butterswiss.
Al salir por la boquilla queda decorado con la ralla de color y el efecto es muy bonito.






Y aquí el detalle de los corazones de chocolate con los que colaboró mi padre.











Por encima les puse unos cristales de azúcar, a los de chocolate roja y transparente y a los de frambuesa de color rosadita. Les daba un toque más elegante.

Y bueno, como hace mucho tiempo que no escribía, esta entrada va a a ser algo más larga. Porque lo que viene ahora son también unos cupcakes con corazón. Con el cariño y el entusiasmo con que los hice.
Cumpleaños de mis sobrinos mellizos. Mi hermana hacía una fiesta para celebrar su cuarto aniversario y me hacía muchísima ilusión colaborar en ello.

Y aunque al principio por poco me pongo a llorar al ver que el resultado no era como el que pretendía, finalmente la cosa no quedó tan mal.
Mi idea era hacer unos minicupcakes de Barça, porque estos dos peques son unos fans de su equipo. Había pensado teñir el bizcocho de azul y luego el butterswiss de rojo.

Inocente de mí, se me ocurrió utilizar los de una cajita de Wilton que me compré al principio de entrar en el mundo de los cupcakes (una vez y nunca más...).
Bien, en vez de azul, la masa de los cupcakes cogió un tono verde.....que bueno, aquí lo tenéis.













Y como a grandes males, grandes soluciones, cambié el planteamiento. Pensé, ¿qué puede tener la base verde? Pues una flor. Así que en vez de hacer unos cupcakes del Barça hice unas rositas amarillas con la base de chocolate (verde :-( ) y el frosting de butterswiss de plátano.
Quizás a mis sobrinos les hubiera hecho más gracia lo otro, pero no quedaron tan mal.
Sobretodo, porque fueron cupckes hechos con el corazón.





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