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jueves, 26 de abril de 2012

Rosas de Sant Jordi directas al web de la UPC

Sí, sí, ya lo sé. ¿Qué significa este título? Pues resulta que el 23 de abril, Sant Jordi, fue el día en que mis cupcakes fueron visto por un montonón de personas a través de la página principal del web de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).

La historia tiene lo suyo. Resulta que Jessi, de Pa de Pas, me había encargado unos cupcakes en forma de rosas para su panadería-cafetería para el día de Sant Jordi, que fue el pasado lunes. Aquí en Catalunya se celebra esta fecha regalando a las chicas, parejas, amigas, etc. una rosa, y a los chicos un libro. Así que ya me ves el fin de semana preparando mis cupcakes de rosas. Los hice de fresa, siguiendo la receta base del blog de  Alma. Pero a mí me gusta más el butterswiss, así que hice este cambio.

La receta que sigo para hacerla es la que me enseñó Maryquilla en su curso, el 1-2-3, es decir seguir la proporción de 100gr de clara, 200gr de azúcar glass y 300gr de mantequilla. Aunque es más laborioso realmente el resultado es el de una crema con un toque de sabor de mantequilla pero muy suave.
Primero se tiene que batir al baño maría las claras con el azúcar glass hasta conseguir una crema. Una vez ha aclarado la mezcla y tiene la textura de una crema, hay que batiéndola en el robot que tengáis (dígase KA y variants) e hasta que se monta formando picos. En ese momento se añade la mantequilla hasta que queda todo bien amalgamado, dándole al final un golpe rápido de la batidora.
Pues como os decía seguí esta receta, aunque añadiendo al final las fresas trituradas y una cucharilla de colorante Red Extra de Sugarflair para darle el tono rojizo.

Aquí tenéis una foto del resultado


No es porque lo digua yo, pero quedaron bien bonitos. Además si te fijabas podías ver en el butterswiss incluso trocitos de las semillas de la fresa, que le daba un aspecto de natural.


A Jessi le encantaron, pero a mi familia....Siempre que hago cupcakes, cuento en hacer unos cuantos para mi familia y a si puedo para el trabajo. En esta ocasión para el trabajo era una promesa. El viernes antes de irme de la oficina comentábamos entre las compañeras el tema de las rosas, de quien nos la iba a regalar...y les prometí que yo les traería una rosa de las mías. Así que reservé 12 cupcakes para la oficina. Y también 8 para casa. Siempre se comen uno o lo comparten después de la comida, acompañando el café. Pero esta vez yo creo que su hubiera habido el doble también desaparecían. Realmente estaban deliciosos. Los trocitos de fresa en la base le dan una textura muy suave, y el butterswiss de fresa es una pasada.
Realmente me acabé de decidir y el próximo 6 de mayo los presentaré a un concurso que se celebra donde vivo, en Sant Cebrià de Vallata. Se organiza la Fira de la Maduixa (Feria de la Fresa), que es el cultivo tradicional de aquí, y se celebra un concurso de postres y pasteles. Bueno, pues ya he hecho la inscripción, a ver qué suerte tenemos.


Pero no me olvido del título de esta entrada. Como os decía, bajé el lunes de Sant Jordi 12 cupcakes a la oficina. Son mis otros conejillos de indias, jajaja, y ellos encantados. Realmente me hace mucha ilusión ver sus caras al ver los cupcakes, y más todavía cuando los comen. Pero esta vez la cosa fue a más. Encar, mi jefa directa, le propuso a la jefa de la unidad de hacer una foto de los cupcakes para colgarla en la página principal del web de la UPC. Veréis, en la home aparece una foto que es de estudiantes de la Universitat que destacamos por un motivo u otro. Pues al ser Sant Jordi consideraron que sería una imagen bien bonita la de mis rosas.
Además, la jefa me pidió llevarse tres cupcakes para dárselos al rector, el vicerector y la jefa del área de comunicación de la UPC. Aixxx que nervios tenía....Les encantó y me enviaron un mail de felicitación.
Pero lo que más ilusión me hizo ver mis cupcakes en la home de la UPC.


Qué bonitos que se veían, todos alineados. Felicito desde aquí a Miky, mi compañero encargado de realizar la foto, que ya tuvo su trabajo para conseguir una imagen tan estupenda.
Y es que lo que se hace con cariño y corazón siempre sale genial!!!!

lunes, 16 de abril de 2012

Carrot cupcakes para el cumple de mi peque

Hace mucho tiempo que he visto comentarios en Facebook y blogs diversos sobre los carrot cupcakes. Yo pensaba para mí, "de zanahoria!!! Debe quedar un sabor muy extraño. Pero realmente todo el mundo los ponía por las nubes y por eso eran mi receta pendiente.
Encontré una receta en uno de mis blogs favoritos y muy de fiar, el de Alma, Objetivo Cupcake Perfecto, así que me tiré de pleno a la piscina. Porque cuando pruebo una nueva receta primero la hago para los de casa, que son mis conejillos de indias (y ellos encantados, claro). Pero esta vez fue para fuera, bueno, relativamente.

Mi peque Júlia cumplió dos años el 8 de abril, el domingo de Semana Santa, así que quedé con su profesora de la guardería que llevaría la merienda para sus compis de clase el miércoles siguiente, así ella podía avisar a las familias que no pusieran merienda para ese día.
Resulta que su clase es la de las Pastanagues (zanahorias en catalán) y pensé que sería divertido hacerles precisamente unos cupcakes de zanahoria. Y es que mi peque es una fan devoradora de cupcakes. Incluso dice la palabra cupcakes mejor que mi madre, jajaja. En cuanto los ve en el horno ya empieza, "mama, cupcake Júlia" (traducció, mama los cupcakes serán para Júlia). Además había comprado recientemente en Cooking Cookies (uno de mis habituales tiendas de productos) unas zanahorias de azúcar que irían perfectas para decorar.

Bueno, pues parece que estaba todo en mi contra para preparar los cupcakes. Decidí hacerlos el día antes, en cuanto llegara del trabajo, para que estuvieran lo más reciente posibles. Pero llegué un poco más tarde, y como había fútbol mi marido decidió bañarlas primero mientras yo preparaba la cena. Pues por cosas del destino, antes de acabar con los baños le tocó ir con mi suegra a urgencias, porque se había caído y se había dado un buen golpe en la rodilla (por suerte no pasó de ahí). Y ala, ya me toca acabar con los baños, darles la cena y cuando por fin conseguí ponerlas a dormir, porque no había manera, y ponerme yo con mis cupcakes ya eran las diez. Arrrrggggg, qué tarde!!!! Pero tenía que prepararlos porque sí, porque lo había decidido y porque no tenía alternativa comercial en casa.

Acabé hacia las doce de la noche, pero el resultado valió la pena. Como sobraron algunos, los dejé para casa (si no mi marido me mata!!!) y realmente al probarlo creí ver el cielo. Estaba delicioso. Como dice Alma en su entrada de la receta, ummmmmmmmummmmmmmummmm y requeteummmmmmmm.
Tan tierno y un sabor........



Y el detalle de las zanahorias les daba un aspecto muy simpático. El miércoles cuando fui a buscar a mi hija a la guardería para ir a piscina, una de las profesoras me preguntó si yo había hecho aquello. "Sí, le dije". "Pues es una pasada, esta mañana los he paseado para enseñárselo a todas las profesoras, porque son preciosos". Ainsss, cuando me dicen esas cosas, me da mucha ilusión.

Cuando entré a buscar a Júlia, Laura, su profesora me preguntó si me quería llevar los que habían quedado (ya que hubo todos los niñ@s de la clase para la merienda), pero le dije que se los quedaran para ellas para merendar porque me iba a piscina y no me los iba a llevar. Realmente se le puso una cara de alegría, jajaja. Al día siguiente me comentó que les había encantado, y yo que me alegro.



Hoy hemos hecho la fiesta para celebrar los dos años de Júlia, así que me he decidido por repetir receta, pero esta vez con minicupcakes. Y como ya no tenía zanahorias y además era más para fiesta los he decorado con unos confettis de azúcar de colores. Han quedado muy cucos.



Y además, me he atrevido con otra cosa nueva, con cakeballs. Ayer vino mi hermana a echarme una mano con el tema. Mientras yo preparaba los minicupcakes, ella, mi hija mayo Laia (5 años) y mis dos sobrinos Martí y Arnau (4 años), se pusieron a deshacer el bizcocho para las cakeballs. Luego ella siguió con el queso. Para esta ocasión hemos usado Philadelphia con Milka. Realmente parece nocilla, pero más untosa.
Me he guiado por la proporción que Morgana explica en su blog, dos de bizcocho por una de queso y realmente es bastante preciso, aunque tuvimos que hechar un poco más de queso.

Una vez preparadas las bolitas, las dejamos un rato en la nevera. Y una vez derretido el candy melts rosa que había comprado no pusimos manos a la obra. Pero problema, algunas bolas se suicidaban y se rompían, así que las dejamos unos 20 minutos en el congelador, y a partir de entonces genial. Como era la primra vez, la decoración fue con los típicos fideos de colorines y tenía unas mini nubes que también les pusimos. Mi hija me decía que parecían extraterrestres.




Como se me acabó el candy melts y aún quedaban bolas, fundí algo de chocolate fondant y el resto las cubrí de chocolate y nopareils rojos. Quedaron también muy bien.



Y aquí la vista general en la fiesta de cumpleaños.


Bueno, y con mucho corazón...hasta la próxima entrada.

viernes, 6 de abril de 2012

Unos cupcakes con corazón

Y nunca mejor dicho, porque aunque esta entrada viene con mucho, mucho retraso, dicen que vale más tarde que nunca. Jessi, de Pa de Pas, me pidió que li hiciera unos cupcakes para San Valentín. Me hizo mucha ilusión el encargo, y al mismo tiempo un poco de miedo. ¿Tendría tiempo para hacerlo? Este año San Valentín ha caído un martes y aquí la presente trabaja, tiene dos niñas, y con la más pequeña de ellas vamos a piscina cada lunes. Quería hacerlos lo más tarde posible para que estuvieran bien tiernos. Jessi me dijo que no me preocupara, que prefería tenerlos para el lunes e ir vendiéndolos ya durante el día (no le di un besazo de milagro).
Y ahí me tenéis, con el siguiente dilema ¿de qué los hago? Ya le había llevado los red velvet en la anterior ocasión y quería presentar algo nuevo. Así, que me decidí por una base de chocolate y dos tipos de frosting: uno de chocolate (que considero que es la pasión en el mundo de la repostería) y otro de frambuesa, que con su sabor y color me recuerda al corazón. Pero tenían que ser unos cupcakes con corazón, en todos los sentidos.
Y mientras le explicaba a mi padre lo que haría, pastelero retirado, me dijo, ¿y si te hago unos corazones en chocolate? Se me encendió la luz. Tengo unos cortadores en forma de corazón que compré en Casa para Navidad y a él le regalé unos colorantes de chocolate que aún no había probado. Le propuse que los estrenase y realmente el resultado fue genial.
Aquí lo tenéis. Por un lado los de chocolate, que aromaticé con naranja (deliciosos!!!)


Y con los de frambuesa utilicé un truquillo que nos enseñó Maryquilla en el curso que hice con ella.






Con un pincel untado en colorante hice unas ralla en la manga y luego puse el butterswiss.
Al salir por la boquilla queda decorado con la ralla de color y el efecto es muy bonito.






Y aquí el detalle de los corazones de chocolate con los que colaboró mi padre.











Por encima les puse unos cristales de azúcar, a los de chocolate roja y transparente y a los de frambuesa de color rosadita. Les daba un toque más elegante.

Y bueno, como hace mucho tiempo que no escribía, esta entrada va a a ser algo más larga. Porque lo que viene ahora son también unos cupcakes con corazón. Con el cariño y el entusiasmo con que los hice.
Cumpleaños de mis sobrinos mellizos. Mi hermana hacía una fiesta para celebrar su cuarto aniversario y me hacía muchísima ilusión colaborar en ello.

Y aunque al principio por poco me pongo a llorar al ver que el resultado no era como el que pretendía, finalmente la cosa no quedó tan mal.
Mi idea era hacer unos minicupcakes de Barça, porque estos dos peques son unos fans de su equipo. Había pensado teñir el bizcocho de azul y luego el butterswiss de rojo.

Inocente de mí, se me ocurrió utilizar los de una cajita de Wilton que me compré al principio de entrar en el mundo de los cupcakes (una vez y nunca más...).
Bien, en vez de azul, la masa de los cupcakes cogió un tono verde.....que bueno, aquí lo tenéis.













Y como a grandes males, grandes soluciones, cambié el planteamiento. Pensé, ¿qué puede tener la base verde? Pues una flor. Así que en vez de hacer unos cupcakes del Barça hice unas rositas amarillas con la base de chocolate (verde :-( ) y el frosting de butterswiss de plátano.
Quizás a mis sobrinos les hubiera hecho más gracia lo otro, pero no quedaron tan mal.
Sobretodo, porque fueron cupckes hechos con el corazón.